Home > Noticias > 2009 > Más real que la realidad virtual
Más real que la realidad virtual
Fuente(s): 
Berria.info

El olfato y el tacto también han llegado a la realidad virtual. Se están creando nuevos dispositivos para ello, y el Doctor Nicolas Georganas nos ha informado sobre algunos de ellos en San Sebastián.


Mikel Peruarena.

San Sebastián

Tras haber escuchado al Doctor Nicolas Georganas (Atenas, Grecia, 1943) se puede pensar que tanto las relaciones entre humanos como las relaciones entre humanos y máquinas se cambiarán radicalmente. El doctor es experto en difundir recursos multimedia por la red y en la realidad virtual. Entre los premios y nombramientos que ha recibido, cabe destacar que le han nombrado dos veces Doctor honoris causa en una universidad de Grecia y en otra de Alemania. Ahora trabaja en una investigación para regenerar los sentidos. Entre otras cosas, desarrolla dispositivos hápticos en la Universidad de Ottawa (Canadá). Los dispositivos hápticos pueden regenerar los sentidos, por ejemplo, el tacto. Pone un ejemplo muy cercano: darle la mano a otra persona en realidad virtual y sentir ese apretón como si fuera de verdad. En ese caso, se necesitaría un guante especial, para ser capaz de regenerar la sensación del apretón de manos.

Anteayer, trató sobre esos dispositivos en la Facultad de Informática del a Universidad del País Vasco (UPV-EHU) en San Sebastián. Según Georganas, son muy importantes las influencias sociales que han acarreado los cambios de esos dispositivos nuevos. «Si no puedo venir a Euskadi a ver a un amigo y tomarme un café... ahora puedo ver al amigo en vídeo, en el teléfono, hasta lo puedo sentir, el cambio es muy grande».

Georganas comenzó a trabajar e investigar en el campo de las telecomunicaciones en 1984. Recibió un encargo de una empresa de Canadá en el que le pedían que creara algún sistema para que se pudieran fusionar el audio y las imágenes digitales y usarlos en colaboración en medicina y tele-radiología. «En aquella época, los ordenadores no estaban equipados para reproducir vídeos digitales, pero en los hospitales existían herramientas para captar imágenes digitales; y no había modo alguno para compartir esas imágenes entre los médicos para que pudieran cooperar entre ellos».

Poco a poco se creó la oportunidad de utilizar los vídeos, textos, sonidos, imágenes… en un sólo dispositivo, a medida que se desarrollaban los dispositivos y recursos multimedia. Georganas ha declarado que cada paso ha llevado al siguiente: «cada cosa a traído consigo el siguiente: la realidad virtual, los instrumentos hápticos, enviar el olfato a través de los ordenadores, enviar las sensaciones… Ya tenemos todo eso».

El protagonista de la película Minority Report manejaba un ordenador provisto de una gran pantalla transparente con los gestos de brazos y manos. De forma parecida, en la Universidad de Ottawa están creando e investigando dispositivos capaces de leer los movimientos del cuerpo, para que las computadoras puedan responder a esos movimientos. La Wii podía ser otro ejemplo.

Pero, las investigaciones de Georganas van más allá. Según las palabras del profesor de la UPV Alex García: «Una cosa es inventar unos sensores para que la máquina pueda leer los movimientos, y otro cosa es regenerar los sentidos». Por ejemplo, tocar una tela virtual en la pantalla del ordenador y sentirla, como si se hubiera tocado de verdad.

Para entrenarse en operaciones

Según Georganas, los instrumentos hápticos pueden tener distintos usos: en medicina, en la industria, en materia de seguridad, en el comercio electrónico... En San Sebastián, ha hablado sobre una herramienta que ha desarrollado con un grupo de la Universidad de Ottawa. Es una herramienta para entrenarse en las operaciones de cataratas de ojos. Mediante una herramienta háptica, el alumno realiza la operación sobre una imagen de tres dimensiones, pero siente absolutamente todo, como si estuviera en una auténtica intervención. «El médico, por ejemplo, debe aprender cuanta fuerza puede hacer sobre la córnea; ya que si hace más de la cuenta puede destrozar el ojo».

Con ese instrumento, el profesor le puede enseñar virtualmente al alumno, aunque uno de ellos esté a miles de kilómetros. «Viajar es agotador, y caro», ha dicho Georganas riéndose: «Si la calidad de las comunicaciones es buena, evitaremos muchos viajes, podremos cooperar a distancia, podremos prepararnos... Sólo viajaremos para hacer turismo». De igual manera, se pueden usar esas herramientas para aprender a manejar trenes o aviones. La cuestión está en hacer más reales las pruebas que se realizan en los simuladores, poder sentirlos; es decir, hacer más real lo que en sí es realidad virtual.

Leer más: