Los automóviles serán capaces de intercambiar información entre sí y con el entorno gracias a internet y a la conectividad por Wi-Fi. Esto permitirá evitar accidentes y atascos en el tráfico. Aunque los primeros vehículos así no llegarán antes de 2015.
Que nadie se extrañe cuando dentro de unos años en la factura que engloba el ADSL, las llamadas, la TV y el móvil se añada la conexión a internet del coche. Cuatro investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M)han diseñado un mecanismo que permite la comunicación segura entre vehículos a través de la Red.
Es uno de los muchos pasos que se están dando en una iniciativa europea con el objetivo de mejorar la seguridad vial a través de las últimas tecnologías. Porque la Unión Europea se ha marcado como meta disminuir el número de accidentes de tráfico a la mitad para 2010. A esa investigación tecnológica ha destinado ya 105 millones de euros. Los vehículos del futuro estarán interconectados a través de internet en una red móvil e inalámbrica, cuenta a ABC Carlos Bernardos, autor (junto con María Calderón, Ignacio Soto y Arturo Azcorra) de la investigación del Departamento de Ingeniería Telemática de la UC3M, publicada en la revista Computer Communications.
La red móvil diseñada por el grupo de ingenieros se basa en un estándar de Wi-Fi específico para el entorno vehicular (802.11p) que alcanza rangos de cobertura de 500 metros. Carreteras más eficientes En el futuro, gracias a esa conectividad, si un coche frenara bruscamente, inmediatamente avisaría a los coches más cercanos.
El intercambio de información a través de internet no sólo será entre vehículos, sino también entre éstos y señales o balizas situadas en la carretera. Ante un atasco -explica Bernardos-, el coche informaría a un dispositivo situado en la vía para advertir al resto de coches y evitar un choque. Además de mejorar la seguridad al volante, los proyectos financiados por la UE persiguen mejorar la eficiencia de las carreteras.
Gran parte de las retenciones se producen por las paradas intermitentes de los automóviles. Y esta interconexión permitiría sincronizar la velocidad de los vehículos para evitar los embotellamientos. También podría adecuarse la velocidad para que, cuando lleguemos al cruce, los semáforos siempre estén en verde, apunta el profesor Bernardos.
Quien se encarga de diseñar las posibles aplicaciones derivadas de la conectividad inalámbrica en movimiento ( y su arquitectura general) es el consorcio europeo Car 2 Car (www.car-to-car.org).
Está integrado por fabricantes de coches y algunas empresas especializadas en dispositivos para automóviles. La conexión a internet en los coches, mediante un PC integrado, posibilitará el acceso a la Red a bordo con los aparatos cotidianos (GPS, DVD, PDA, portátil, consola…).
Imagine poder descargar música, ver películas o vídeos de YouTube, jugar on line con personas de cualquier lugar del mundo, navegar, mirar el correo e incluso comunicarse con el messenger con los amigos que se desplazan en el coche de al lado.
Los dispositivos electrónicos actuales podrían estar constantemente actualizados con un software y vía internet. Así se podría determinar cuándo hay que reemplazar una pieza sin tener que desplazarse al taller. Pero nada de esto será posible antes de 2015 porque no habrá vehículos preparados para ello.
Será una realidad comercial como muy pronto en ese año, según prevé Bernardos. Mientras, el equipo de ingenieros de la UC3M continúa con su proyecto de diseño de un PC que convierta a los coches en máquinas comunicantes. Las primeras pruebas comenzarán en el año 2009.
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